¡Atención! 5 cosas de las que es mejor alejar las joyas

1.Productos de limpieza y otras sustancias químicas en el hogar

En la vida cotidiana, a menudo sin darnos cuenta, entramos en contacto con gran variedad de sustancias químicas. Debemos tener precaución porque las joyas son sensibles a algunas de estas sustancias. 

Al realizar las tareas domésticas, utilizamos productos de limpieza que contienen sustancias químicas agresivas. Las joyas pueden decolorarse o perder su brillo cuando entran en contacto con esas sustancias. 

El daño causado no suele observarse tras un solo uso. Los efectos dañinos de los productos químicos se manifiestan en las joyas al cabo de semanas o meses.

¿Los desinfectantes son perjudiciales para las joyas?

No solo los médicos se desinfectan las manos varias veces al día. Hay una serie de profesiones que requieren una higiene estricta. ¿Cómo afecta el desinfectante a nuestras joyas?

Para responder a esta pregunta, hay que conocer el metal precioso con el que se fabrican las joyas El oro es un material muy duradero y no reacciona a los desinfectantes. La historia es diferente con la plata: el desinfectante contiene alcohol. Éste ataca la superficie de la plata y puede decolorarla.

Las joyas en un sitio fijo

Si quiere disfrutar de sus joyas de metal precioso durante mucho tiempo, es mejor guardarlas antes de ponerse a realizar cualquier tipo de trabajo manual. Lo mismo ocurre antes de utilizar desinfectantes.

En casa tenemos un lugar fijo para nuestras joyas: para la mayoría de nosotros ese lugar es un joyero en el dormitorio. El colocar allí nuestras joyas se ha convertido en una rutina. Hace tiempo ya que la búsqueda desesperada de estos preciados objetos de valor es cosa del pasado.

Para quienes no les gusta quitarse las joyas, los guantes domésticos pueden ser una buena alternativa. Si la joya no tiene bordes afilados, puede dejarse debajo de un guante de limpieza ajustado cuando se limpie o aclare.

2. Productos cosméticos: ¿embellecen a las mujeres pero afean las joyas?

Las cremas y otros productos de belleza son beneficiosos para la piel, pero no son adecuados para el cuidado de las joyas. La crema deja una película grasa en las joyas que, con el tiempo, opaca el material.

Los revestimientos brillantes del metal precioso se desgastan más rápidamente de lo que lo haría el uso normal. El oro blanco se vuelve gris y antiestético.

Las joyas no van a la ducha

En realidad, lo que hace que la ducha sea realmente agradable por la mañana es esa sensación de limpieza y frescura que nos queda después. Pero las joyas no deben ducharse ni bañarse. Jamás debemos limpiar nuestras joyas con el gel de ducha. Sin embargo, a veces lo hacemos.

Con el tiempo, los ingredientes de los geles de ducha y los champús opacan la superficie de las joyas. Ducharse con las joyas puestas tampoco es práctico. Es fácil engancharse el pelo con un anillo, por ejemplo. Esto puede provocar dolor o incluso alguna lesión.

¡Buenas noticias para todos aquellos que alguna vez se han olvidado de quitarse las joyas a tiempo! No se preocupe por sus joyas en caso de un contacto ocasional con cremas o gel de ducha. Es la frecuencia de duchas y baños lo que daña las joyas.

Por cierto, limpiar las joyas es bastante fácil. Descubra cómo en los 6 consejos para el correcto cuidado de las joyas reales.

3. Trabajo físico y deporte preferiblemente sin joyas

Si se llevan joyas durante el trabajo físico, se corre el riesgo de quedar enganchado. Esto es especialmente válido en el caso de anillos, collares y pulseras. En el mejor de los casos, esto "solo" provoca arañazos. Si, por ejemplo, un anillo se dobla por un golpe accidental, la consecuencia de una lesión grave puede ser dolorosa. En este contexto, nos han hablado de contusiones y otras lesiones en los dedos.

Si usted levanta pesas en el gimnasio, es mejor que deje las joyas en su taquilla o en casa. Al hacer ejercicio con mancuernas, pueden aparecer rápidamente antiestéticas rayas en los anillos. También en este caso se corre el riesgo de que el levantamiento de pesas deforme el anillo. Tanto las joyas como los usuarios podrían sufrir daños.

4. Lavarse las manos con el anillo en el dedo

¿Y qué hay del simple hecho de lavarse las manos? ¿Daña eso también los metales preciosos?

Parece absurdo, pero fuera de casa se recomienda no quitarse los anillos al lavarse las manos. El riesgo de olvidar el anillo en el lavabo es alto. La pérdida causará más daño que el contacto poco frecuente con el jabón. Si realmente quiere quitarse el anillo, es mejor que lo guarde en un bolsillo del pantalón o en el bolso.

Aquellos que han regresado a sus casas con las joyas sanas y salvas tras un día de emociones aún pueden hacer algo bueno por ellas. ¿Cómo? Sencillamente: siguiendo alguno de los 6 consejos para el correcto cuidado de las joyas reales.

5. Llevar joyas en la sauna, la piscina y el mar

¡Atención a los usuarios de la sauna! ¿Puede llevar su joya en la sauna? Sí y no, depende del material.

Tomar una sauna con joyas de oro

Con joyas de oro, ir a la sauna no es un problema porque, como hemos comentado, el oro es muy duradero. A algunos nos puede parecer muy caluroso. El precioso metal dorado soporta fácilmente los 90 grados que hay en la sauna. El metal noble solo se funde a temperaturas superiores a 1000 °C.

Sudoración y joyería de plata

Debemos tener mucho más cuidado con las joyas de plata. Hay personas cuyo sudor ataca la superficie de la plata. Por lo tanto, en la sauna y durante la práctica de deportes, es mejor quitarse las joyas de plata de antemano.

¿Y si nadamos en la piscina o en el mar?

Las joyas nunca deben estar en el agua salada y clorada. El cloro y la sal atacan las joyas de metales preciosos hechas de plata. El resultado: la superficie de la plata comienza a oxidarse. Las joyas o el metal precioso se deslucen y ennegrecen con el tiempo. El oro también sufre con el contacto prolongado con el agua salada. El platino, en cambio, ha demostrado ser muy robusto.

Además, hay que tener cuidado porque las manos se enfrían en el agua y la circunferencia de los dedos se reduce. Así, un anillo puede deslizarse del dedo sin que nos demos cuenta. Así que si no quiere perder su anillo, le recomendamos que se quite las joyas antes de bañarse.